La obsesión por obtener resultados a corto plazo ha llevado a minimizar la relevancia de la inteligencia emocional como factor clave para lograr productividad y sostenibilidad. Al ignorar comportamientos perjudiciales en los equipos de trabajo, se empobrece el clima laboral y se generan pérdidas para el negocio. En cambio, al dirigir a los empleados con inteligencia emocional, se fomenta un ambiente en donde no existe la necesidad de competir ni de socavar a los compañeros, lo que permite una mayor dedicación hacia las responsabilidades laborales.
En
la actualidad, las empresas, especialmente las PYMES, se encuentran inmersas en
un entorno que demanda niveles elevados de efectividad organizacional. En este
contexto, se requiere que sus trabajadores, especialmente los gerentes de
niveles intermedios, desarrollen habilidades sociales centradas en el manejo
emocional y en la comprensión del comportamiento y dinámica organizacional[1](De Pelekais, Nava y Tirado).
Reflexionar
sobre la inteligencia emocional nos revela que la falta de amabilidad, la
conducta egoísta y la insatisfacción personal pueden ser indicadores de
desequilibrios emocionales. Gary Vaynerchuk, autor del libro “Doce y medio:
Habilidades emocionales para lograr el éxito” (2022), ha develado su fórmula basada
en 12 ingredientes emocionales esenciales, los cuales, al combinar de forma
apropiada, nos permiten afrontar situaciones específicas.
Estas habilidades son:
La
aplicación efectiva de las 12 habilidades emocionales mejora el rendimiento
empresarial en todos los ámbitos. Desarrollar estas habilidades disminuye el
tiempo perdido en reuniones innecesarias y aumenta la productividad. La
responsabilidad, el autoconocimiento y la gratitud son fundamentales para
mantener la paz mental y concentrarse en fortalezas. La empatía, la amabilidad,
la humildad, el optimismo, la curiosidad y la paciencia son claves para liderar
con confianza.
En
este sentido, es necesario trabajar cada habilidad de manera individual para luego
mezclarlas apropiadamente. Por ejemplo, si deseas negociar un aumento de sueldo,
debes hablar amablemente con tu jefe y mostrarte empático,
especialmente si la compañía no está pasando por un buen momento financiero. De
manera convincente, detalla tus logros y los resultados favorables obtenidos
gracias a tu gestión. En el caso tu superior no perciba tus esfuerzos, sé curioso
con respecto a los fundamentos de la valoración que el jefe hace de tu esfuerzo
en el trabajo.
En
el caso que debas enfrentarte a un socio que te esté robando, debes empezar por
aceptar tu responsabilidad por no haber implementado con antelación mecanismos
de seguridad. Sé tenaz al momento de aplicar las sanciones reglamentadas.
Para hablar de los problemas de salud mental por la excesiva carga de trabajo, sé paciente y habla con franqueza desde el autoconocimiento
y el respeto por ti mismo. Para incrementar el entusiasmo y el rendimiento de tu
equipo, es necesario que muestres a tus colaboradores tu propio optimismo.
En
esta misma línea, algunos ejercicios útiles que te ayudarán a desarrollar tus
habilidades emocionales por separado son:
1. Ejercicio de la gratitud: Graba un video de ti mismo en donde menciones
cinco cosas importantes por las que te sientas agradecido y envíaselos a
personas cercanas. Pídeles que te reenvíen el video cuando te escuchen quejarte
de cosas sin importancia.
2. Ejercicio del autoconocimiento: Responde por escrito a una serie de
preguntas sobre cuáles serían tus acciones ante situaciones hipotéticas. Pídeles
a algunos colaboradores que te digan cómo creen ellos que actuarías ante tales
situaciones y coteja las respuestas.
3. Ejercicio de la responsabilidad: Piensa en la última vez que no aceptaste tu
responsabilidad por algo y graba un video en el que le pidas disculpas a la
persona que culpaste por ello.
4. Ejercicio del optimismo: Conversa con cinco personas optimistas
cercanas a ti y pídeles que te hablen de cómo mantienen una perspectiva
optimista de las cosas.
5. Ejercicio de la amabilidad: Dona dinero periódicamente a una causa que te
motive o realiza algún tipo de trabajo voluntario.
6. Ejercicio de la curiosidad: Dedica 20 horas aproximadamente a aprender
sobre un tema que desconozcas pero que siempre te haya llamado la atención.
7. Ejercicio de la convicción: Escribe las creencias firmes que tengas y
que se hayan reforzado con el paso del tiempo. También escribe cuáles son las
creencias que has puesto en duda.
8. Ejercicio de la humildad: Escribe una lista de cosas que no haces bien
o aquellas en las que no tengas talento.
A pesar de la dificultad para medir los beneficios de la inteligencia emocional en el ámbito organizacional, experiencias diversas demuestran que priorizarla en la gestión empresarial conlleva múltiples ventajas. Trabajar con pasión y con una base emocional sólida impulsa el progreso, tanto en el trabajo como en la vida persona. ¡Anímate! Eres tu mejor inversión.
Lima, 1ro. de marzo de 2024
[1] De Pelekais, C.; Nava, Á. y Tirado, L. (2006). Inteligencia emocional y su influencia en el clima organizacional en los niveles gerenciales medios de las PYMES. Telos, vol. 8, núm. 2, mayo-agosto, 2006, pp. 266-288. Universidad Privada Dr. Rafael Belloso Chacín Maracaibo, Venezuela.
Muchas Gracias, excelente!
ResponderEliminarExcelente artículo Roxy!!!!! Felicitaciones!!! Ahora a ponerlo en práctica 💪💪💪💪
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