Contra la proliferación del lenguaje del déficit, el diálogo apreciativo emerge configurando nuevas posibilidades

 

Acabo de terminar de escribir un artículo producto de una investigación cualitativa que realicé en coautoría con mi directora de tesis en el 2021. Estamos en el proceso de encontrar una revista, acorde con el tema del estudio, para publicarlo y, así, contribuir con el objetivo de brindar valor a la comunidad.

De esta enriquecedora vivencia académica quisiera resaltar el valor de las conversaciones llevadas a cabo en las entrevistas a profundidad con los jóvenes Gen Z que conformaron la muestra. En estos diálogos, noté como la coyuntura adversa ante situaciones del pasado, se pueden reconfigurar cuando surgen nuevas preguntas bajo una perspectiva sistémica y enfocada en lo más positivo de la experiencia.

Según Bohm (1997), el enfoque apreciativo es una teoría que refuerza la idea de que la mente se mueve por el mundo de manera generativa, rescatando imágenes de lo posible, en lugar de escenas de desolación. Al expresarse verbalmente en conversaciones de posibilidad, en lugar de conversaciones de no posibilidad, los jóvenes migran a una interpretación más optimista y reconciliadora que les permite apreciar el aprendizaje detrás de la contrariedad, para desde ahí, poder generar cambios.

Bajo la mirada de Romero (2013), el uso del enfoque apreciativo es posibilitador de recursos -como el lenguaje- que pueden ser de mucha utilidad, sobre todo en instituciones educativas que trabajan con jóvenes, para que sea posible tomar distancia de las nociones del déficit y del problema para propiciar espacios de co-creación que eliminen estructuras verticales de poder en pro de relaciones más equitativas y distendidas. Es en estos entornos culturales, en donde la formulación de preguntas adecuadas, por parte de los profesores, introducen innovación, compromiso e involucramiento en los jóvenes aprendices.  

Para lograr esto, el profesor debe reconocer las necesidades inherentes a la etapa de evolución por el que transita su estudiante, identificar las peculiaridades propias de su desarrollo y los métodos más adecuados para que adquiera destrezas que puedan redundar en beneficios al corto plazo. En este proceso, el diálogo apreciativo permite la generación de propuestas adecuadas para cada individuo, desde una valoración positiva que incluya el homenajear avances graduales que ayuden a identificar donde se está dando el progreso y en donde se necesitan esfuerzos adicionales.

5 de setiembre de 2023

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Bohm, D. (1997). Sobre el diálogo. Barcelona: Kairós.

Romero, O. (2013). La experiencia conversacional apreciativa: una estrategia de creación de escenarios para el desarrollo humano de los jóvenes. Folios de Humanidades y Pedagogía, 75-87.


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