Estando a mitad
del dictado del ciclo académico, suelo levantar información de mis estudiantes
para tener un diagnóstico de cómo están percibiendo su proceso de aprendizaje y
las mejoras que consideran que debo realizar en el dictado de lo que queda del
curso. Este relevamiento de información lo realizo utilizando una de las
plataformas de aprendizaje disponibles en la web, para que los estudiantes, de
manera anónima, puedan escribir sus opiniones con sinceridad expresando lo que
realmente piensan y sienten.
Analizando los hallazgos
encontrados en sus comentarios, he podido comprobar una nueva tendencia de los
jóvenes de la generación Z -quienes actualmente están egresando o cursando sus estudios
universitarios- por el malestar que les significa el recibir retroalimentación
sobre la calidad de su desempeño, incomodándose por las oportunidades de mejora
identificadas, las cuales son necesarias que trabajen para adquirir las nuevas
habilidades y hábitos que la profesión les exigirá. Esta cohorte siente cierta aversión
al proceso de retroalimentación cuando se
les comunica qué es lo que deben de mejorar para cumplir con los logros del
curso, incluso en alumnos de primeros ciclos universitarios en donde,
obviamente, existe una brecha más amplia entre lo que traen del colegio, y las habilidades, conocimientos y actitudes que necesitan adquirir para convertirse en profesionales.
Esta nueva tendencia, cada vez
más recurrente, está asociada a la poca tolerancia que siente la generación Z por
el fracaso y el error; por la imperiosa necesidad de tener éxito y recompensa
inmediata en toda actividad que emprenden; y, por la presión de obtener reconocimiento
social explícito ante cualquier actividad que realicen.
Desde la perspectiva del profesor
¿qué podemos hacer para indicarle a un estudiante qué es lo que debe mejorar,
en base a evidencias, sin que tome la retroalimentación como un acto de
enjuiciamiento y crítica personal? ¿Qué debemos hacer para que no sienta afectada
su autoestima ni su valía personal a pesar del respecto con el que es tratado?
¿Cómo podemos motivar a que mejoren comportamientos sin evaluar necesariamente
su desempeño? ¿Cómo pueden ellos mismos hacer el ejercicio de analizar su
actuación, a modo de autoevaluación, que los dirigirán a
cumplir con éxito las actividades académicas?
Sin duda, este tema se ha
convertido en un desafío para el proceso de enseñanza-aprendizaje ya que los
profesores sabemos que la evaluación y el feedback basado en evidencias, es la principal
herramienta pedagógica para que el estudiante consiga llegar a los objetivos y logros planteados en el curso.
Según un artículo publicado por
Cambridge Assessment International Education[1]
sobre la evaluación del aprendizaje (AfL por sus siglas en inglés), la
retroalimentación va desde lo más informal (p. ej. comentarios orales a medida
que los alumnos reflexionan sobre los problemas) a lo más formal (p. ej.
comentarios por escrito tras la evaluación final de cierto tema). En mi opinión,
la retroalimentación informal, la que se da inmediatamente después de la
acción, de manera respetuosa, clara y directa, tendrá mejores resultados ya que el docente logra identificar en el acto
las mejoras que el estudiante debe realizar para desarrollar la habilidad que se está trabajando. También, porque el docente consigue darle forma a la conducta y lo prepara para las exigencias que traerá el curso más adelante.
Algunas sugerencias para que la retroalimentación sea afrontada de manera eficaz por este grupo generacional:
- Utilizar rúbricas de evaluación con los niveles de cumplimiento.
- Brindar retroalimentación sin que medie una calificación de por medio.
- Chequear que los alumnos comprendan las intenciones del aprendizaje y los criterios de éxito.
- Utilizar la técnica de la autoevaluación para promover la autonomía.
De esta manera, el alumno podrá aumentar la confianza que tiene de sí mismo y emprenderá las acciones necesarias para transformarse en el profesional que desea ser.
Lima, 28 de mayo de 2023
[1]
Equipo de Enseñanza y Aprendizaje, Cambridge International (2019). Evaluación
para el aprendizaje, UCLES. https://www.cambridgeinternational.org/Images/579619-assessment-for-learning-spanish-.pdf
Muy interesante lo que describes apreciada Roxana, siempre será un reto para nosotros como profesores el repensar nuestro ejercicio permanente y el cómo lo integramos con los comportamientos de las nuevas generaciones. Excelentes reflexiones. Gracias
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